Los principales conceptos de los mapas de Wardley están contenidos en esta siguiente ilustración:
El punto número 5, el del liderazgo, es el momento en el que uno tiene que tomar decisiones. Hay muchas maneras de tomar decisiones y de llegar a ellas, depende mucho del contexto y la situación que tengamos.
En lo que me quiero centrar hoy es en la toma de decisiones de una organización donde no se trata de tomar una decisión muy concreta sobre un problema o asunto, sino que se trata de definir y poner en marcha los distintos mecanismos de esa organización partiendo de una situación dada. Es decir, definir la estrategia de esa organización a distintos niveles.
¿Qué modelos mentales básicos puedo tener a la hora de enfocar una estrategia?
Para la mayoría de nosotros, la idea tradicional detrás de la estrategia es el despliegue de personas hacia un objetivo. «¡Si hacemos X, lograremos Y!» Este enfoque implica un modelo de «medios-fines», que crea solo efectos de primer orden y limita el liderazgo a la elección de qué objetivo perseguir.
Un enfoque alternativo es examinar las condiciones que harían inevitables las consecuencias deseables. Vuelvo a repetirlo: examinar las condiciones que harían inevitables las consecuencias deseables. Esto es, un modelo “condiciones-consecuencias”.
En lugar de perseguir un objetivo en particular, el cultivo del potencial inherente dentro de la situación para permitir efectos de segundo orden hace posibles muchos resultados deseables diferentes. El pensamiento de “medios-fines” es de naturaleza táctica, mientras que el pensamiento de “condiciones-consecuencias” hace posible un gran enfoque estratégico.
Cuando hagas un mapa, piensa en intervenciones de segundo orden. Una vez en que la organización haya superado los problemas doctrinales básicos (Simon Wardley siempre dice que debemos empezar con las doctrinas), como corregir el sesgo, reducir la duplicación, centrarse en las necesidades del usuario y hacer mapas en general; entonces comenzaremos a reflejar las intenciones más estratégicas en los mapas mismos (por ejemplo, «queremos acelerar la evolución de este componente”). Lo menos lógico que podemos hacer en este caso es tratar de abrirnos camino con fuerza bruta hacia ese resultado.
Un jardinero crea las condiciones para que sus semillas crezcan, no las empuja una a una para que lo hagan.
Pensamiento cóncavo o convexo
Una buena manera de recordar estos dos enfoques diferentes es recordar la mirada a través de un cristal cóncavo y uno convexo.