Este patrón climático que actúa sobre los componentes es facilmente detectable. Como cualquier efecto meteorológico, el viento puede ser a favor o en contra.
Estás leyendo un documento de una consultora de análisis de mercado de tu sector y lees:
Tu reacción puede ser de agobio cuando de repente te das cuenta que no estás haciendo lo mismo en tu organización y sientes que estás desalineado con lo que el resto de la industria está haciendo.
Por otro lado puedes pensar, «¡bah!, ¿esa es la tendencia ahora?, llevamos años haciéndolo.»
El viento sopla, tu barco ya puede ir en favor de ese viento o lo mismo vas en otra dirección y estás ignorando la dirección del mismo. Este efecto por el cual hay que adaptarse para mantenerse quieto (en la posición relativa con respecto a los demás competidores) es lo que se conoce como el efecto de «la reina roja».
Puede ser que no has adoptado esta tendencia porque aplicaste otra solución, o que simplemente esta tendencia no te afecta. Pero si por lo que sea estás azotado por este viento y no has adoptado una medida, entonces estás quedándote quieto y eso a lo largo del tiempo provocará que la competencia tendrá más ventajas por alguna razón (son más rápidos, más baratos o tienen mejor imagen de marca).
La «Reina Roja» tiene un efecto secundario que es que, por la adaptación, entonces los competidores limitan el crecimiento de una sola empresa y evitan un proceso de fuga.
Por ejemplo, si cuando Amazon comenzó a crecer en su unidad de AWS (años 2007-2009), competidores como Google, Oracle, VM Ware, Red Hat, HP,…. hubieran adoptado este cambio dentro de su extenso porfolio de soluciones, hubieran evitado que AWS se convirtiera en líder del mercado con tanta facilidad.
Recientemente, en 2020, Zoom creció mucho en sus servicios de video conferencia y esto hizo que empresas como Facebook,Google y Microsoft adaptaran sus servicios para copar parte del mercado y no quedarse atrás.